Las comidas familiares son una oportunidad valiosa para unir, educar y cuidar a los hijos. Cuando trabajo con niños suelo preguntarles por la relación con sus padres y las cosas que les gustarían cambiar. Suelo preguntarles si hablan con sus familias sobre diferentes temas o cómo ha ido el día en el cole, ya que estos problemas son un motivo frecuente de consulta. Algunos niños me han respondido: “Me preguntan si bien o mal… y ya está”. ¿Y durante la comida, de qué habláis? Sigue sorprendiéndome que me respondan que “no comemos juntos, como con mi hermano” o “no hablamos cuando comemos porque vemos la tele”.

Sentados en la mesa podemos vernos cara a cara, durante unos minutos podemos compartir un momento de tranquilidad y plena atención. Quizás no sea posible hacer esto al mediodía, pero probablemente podamos hacerlo, al menos, durante las cenas. ¡No infravalores la importancia de estos momentos familiares! No dejes que el orden, las tareas domésticas o la tele los eclipsen.

Podemos usar estos momentos para iniciar conversaciones que son fundamentales para el bienestar de los hijos. Aquí tienes 10 temas con los que puedes empezar:

1. ¿Qué has hecho durante el recreo hoy?

Esta es una pregunta clave para hacer a los niños en edad escolar. El recreo es el principal entorno social donde pueden desarrollar sus primeras relaciones de amistad. También es el primer entorno social donde pueden sentirse rechazados, aislados o invalidados. Si no hablamos sobre lo que hacen no podremos saber cómo se está relacionando nuestro hijo en la actualidad.

2. ¿Qué ha sido lo mejor del día de hoy? ¿Qué es lo que menos te ha gustado?

Este tipo de preguntas pueden ayudar a los niños a identificar aspectos positivos en el día a día. Muchos niños (y adultos) tienden a hablar de lo que no les gusta, pero no dedican unos minutos a apreciar esas pequeñas cosas que funcionan.

10 temas para hablar con tus hijos en la cena

3. ¿Qué problema has intentado superar hoy?

Nuestro día a día está lleno de retos, especialmente en el colegio. Quizás hemos conseguido salir a la pizarra y resolver bien un ejercicio, hemos leído en voz alta sin equivocarnos o hemos metido canasta en educación física. Compartir y valorar las cosas que conseguimos hacer mejoran la autoestima. Tal vez no hayamos superado el problema, pero saber qué hay cosas que no salen bien es el primer paso para encontrar nuevas soluciones. Quizás alguien de la familia haya pasado por algo similar y haya probado algo distinto.

4. Si pudieras invitar a alguien a cenar, ¿a quién invitarías?

A veces los niños desean pasar más tiempo con algunos miembros de la familia, con los amigos o los propios progenitores. Pero no siempre lo dicen. Los niños son muy conscientes de lo “liados” que están sus padres o sus hermanos mayores y en muchas ocasiones no quieren causar problemas. Esta pregunta te ayudará a saber a quién echa de menos tu hijo o tu hija.

5. ¿Qué opináis sobre [tema de actualidad]?

El divorcio, la hora de llegada, las relaciones con los padres, el futuro, la política o las redes sociales son temas sobre los que los niños reciben información continuamente. Conocer sus opiniones nos dará información sobre: qué saben exactamente (y qué tendremos que aclararles en algún momento), qué preocupaciones tienen sobre estos temas y dónde están obteniendo esta información. Estos temas están relacionados con la crianza y pueden ser fuentes de conflicto. Conocer la opinión de nuestros hijos nos ayudará a enfocar mejor nuestras prácticas de crianza. Hablar con los hijos sobre estos temas nos permitirá además conocer aspectos y habilidades que desconocíamos.

6. ¿Qué te gustaría conseguir este año?

Las metas son la mejor manera de sentirnos satisfechos. Nos ayudan a tener motivación y a esforzarnos. Esta pregunta puede ayudarnos a darnos cuenta de si nuestras expectativas y esfuerzos van en la misma dirección que nuestros hijos. No sería la primera vez que los objetivos de los padres y los hijos son rotundamente diferentes. Si es así, merecerá la pena hablar un poco sobre ellos para decidir cómo combinarlos.

10 temas para hablar con tus hijos en la cena

7. ¿Qué habrías hecho en mi lugar en esta situación?

La empatía y la solución de problemas son competencias claves en la vida cotidiana. No hay mejor manera de practicarlas que hablando sobre situaciones reales. Es probable que los hijos se muestren reticentes ha hablar de sus “situaciones problema” al inicio por lo que será necesario que empecemos nosotros a poner ejemplos.

8. ¿Qué tres cosas cambiarías de tu vida?

A pesar de lo mucho que los padres quieren a sus hijos, en muchas ocasiones no son sensibles a sus necesidades. Esta pregunta nos permitirá conocer que cosas no están funcionando y qué cosas han afectado a sus hijos en los últimos meses.

9. ¿Cuál es tu [profesor, libro, serie, película, amigo, animal, país, …] favorito?

A todas las personas les gusta hablar de las cosas que prefieren. Nos ayudan a mostrar cómo somos y cómo vemos nuestra vida. Nuestras preferencias son claves para que los demás nos conozcan, de manera que no dudes en preguntar a tus hijos qué cosas prefieren.

10. ¿Cuál es la última cosa que has hecho para ayudar a alguien?

La generosidad y el altruismo son muy importantes para muchas familias, pero cómo fomentarlas puede ser complicado. Las cosas de las que hablamos son las que más nos interesan. Si quieres que tus hijos muestren estos valores tenemos que prestar atención a las oportunidades y las situaciones en las que los ponemos en juego.

En resumen, la escucha es mucho más importante que las respuestas que podamos dar. Se trata de obtener información sobre nuestros hijos. El momento de actuar o de dar recomendaciones debe ser otro. No aproveches estos ratos de conversación para hacer el tercer grado. El objetivo es establecer una rutina de comunicación familiar que una a la familia.

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