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Catetos Unidos

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Catetos Unidos

Post de amiga

Mis amigos son muy pesados… sí, exactamente eso es lo que quiero decir. Y sí, ya lo sé, ellos van a leer este post, los primeros, siempre los primeros, y se van a reconocer en esta lectura. Pero no se van a ofender, no, ellos van a seguir siendo pesados… porque es intrínseco a su naturaleza. Algunos os estaréis preguntando a qué me refiero cuando digo pesados, pues me refiero justo a lo que significa… especialmente cansinos… no tienen hartura… no… Yo no he visto en la historia de la humanidad un grupo de personas que pasen tanto tiempo juntos de forma voluntaria, sin ser compañeros de trabajo ni presos en la misma cárcel. No… esto es como digo voluntario… y no tiene fin. De un evento sale otro, de ese otro sale el siguiente y así sucesivamente, entramos en bucle… es absolutamente cargante… Y el verano, por su capacidad de darnos más tiempo libre, es más susceptible aún de este tipo de momentos compartidos… momentazos, diría yo, aumentativo plural de momento…
Recuerdo que les prometí un post al principio de mi faceta bloguera, y espero no defraudar con éste, si bien es verdad que debo cambiar el tono pues es posible que no les esté gustando… ya veo algún ceño fruncido… y es que han faltado las caritas del WhatsApp, muchas del guiño… Y además lo voy a cambiar porque debo decir que en este caso se da esto de “sarna con gusto, no pica”, y es verdad que no pica, pues nos lo pasamos muy bien incluso viéndonos cada día, por la mañana, tarde y noche. Es increíble ver cómo somos capaces de mantener conversaciones apasionadas sobre cualquier tema, todos opinando a la vez como si se nos fuera la vida en ello, y también como las mantenemos en simultáneo, cruzadas, ya que tenemos la virtud de hablar siempre con el que ese día se ha sentado más lejos, ¿para qué vamos a hablar con el de al lado…? y por tanto, somos un grupo un tanto ruidoso… de eso pueden contar los hosteleros de mi pueblo, sobre todo, que nos sufren de manera continua… pues esa pasión que le ponemos a las conversaciones es la misma que nos mantiene al grupo organizando actividad sobre actividad, cosa tras cosa, enredándonos de manera continua… es un no parar…
Somos siete parejas y media (la otra media trabaja en la hostelería y, pobre, eso no es vida…), y todos los niños (y niñas…) que le cuelgan a esas parejas… niños y no tan niños. Ahora los tenemos entre los 10 y los 20 años y ya hay muchos momentos que no están con nosotros, o pocos… pero la verdad es que hemos tenido barrigas, carros y más carros, bicicletas, balones y accesorios varios, con lo que siempre hemos abultado mucho, pues este “ser pesados” no es nuevo… viene de lejos, de bastante lejos ya, y además, como casi todo, se va acrecentando con la edad. Los niños ya se nos van haciendo mayores, pero aún no los hemos emancipado, habiendo momentos que se nos pegan como “lapas”… hay veces que en los eventos que organizamos para los mayores no hay forma de echarlos, y eso, es verdad, y dicho con la boca pequeña, nos gusta mucho… bueno, algunas veces…
Lo que yo me pregunto es cómo lo hacíamos antes, pues ahora WhatsApp y sus grupos han venido a facilitar la tarea de organizar cosas… nos nacen los grupos a más velocidad que los cerramos. Ayer, sin ir más lejos, me encuentro de repente dos grupos nuevos, cuando escucho el sonido de grupos de mi móvil (que por supuesto los tengo silenciados) no tengo que mirar para saber que la probabilidad del 99% es que sea un grupo de los mismos con los mismos… Espero que a WhatsApp no se le ocurra la opción de poder clonar grupos con los mismos participantes, pues hasta ahora nos salva la pereza que nos puede dar montar un grupo con tantos usuarios… y aun así algunos del grupo tienen un vicio…
Con esto de los grupos además pasa que se quedan activos “in eternis” porque somos especialistas en no querer salirnos de los mismos, aunque el motivo por el que se creara ya haya finalizado. No nos salimos por si acaso pasa algo y nos lo perdemos… somos cafres, cafres… También es muy gracioso el momento despiste o el momento impaciencia… cuando al creador del grupo no le ha dado tiempo de elegir a todos los participantes y ya hay alguno preguntando ¿esto para qué es? Luego están los grupos donde falta algún participante, que normalmente se crea para celebrarle un cumpleaños sorpresa (eso da para otro post, pues tenemos variedad a la hora de organizar fiestas de cumpleaños, tenemos de todos tipos y colores). En esos grupos la verdad es que es fácil meter la pata, porque hay veces que llevamos conversaciones en 4 o 5 en simultáneo… en el grupo “madre”, el que da título a este post “Catetos Unidos” y en los monotemáticos… pesados hasta por WhatsApp… ¡qué hartura!
Lo que sí es verdad es que disfrutamos de las cosas que organizamos, y que son variopintas y algunas muy chulas. No quiero enumerarlas solamente pues la lista sería larga y tediosa, cuando hay cualquier cosa menos aburrimiento… es más, hay exceso de pasión, de dedicación en la mayoría de las cosas que organizamos, pues de repente convertimos cualquier reunión en una experiencia llena de momentos especiales… cualquier quedada en casa de alguno rápidamente la convertimos en una cena temática o en un concurso culinario, o una convivencia en una casa rural la convertimos en una fiesta tipo “tu cara me suena”… quieras o no quieras, tengas o no ganas, aquí no vale el “no”. Lo repito, mis amigos son muy pesados…
Estamos peor que los escaparatistas de El Corte Inglés, no hemos terminado con Halloween, cuando estamos organizando algo especial para la Nochevieja, que casi se nos junta con los disfraces de carnaval, esto con la feria, fiestas y vacaciones de verano, y así entramos en bucle. Y por supuesto, no hay preparativos sin una comida, no hay “juntera” sin comilona… si tenemos que ensayar algo, hacemos una comida, si tenemos que hacer un disfraz… hacemos una comida, si el disfraz es más complejo… hacemos varias comidas… Tenemos mucha suerte en el grupo porque tenemos cantidad de “cocinitas” y también contamos con nuestro “logístico” de cabecera, nuestro Gabri, que se encarga siempre de la compra y no nos falta nunca ni gloria… (Gabri… ¿te ha gustado que te nombre, ¿eh?).
Hay algunas cosas que organizamos de forma repetida año tras año, y todos los años nos da pereza al pensarlo, pero lo que digo, el no nunca es válido, porque el grupo no te deja… las ganas llegan, sí o sí. Pero no os voy a engañar, no todo es oro lo que reluce. Hemos acuñado una frase que repetimos muchas veces, seguramente más de la cuenta, y es “discutimos hasta la saciedad”… y es así… hay mucho titán, mucha pasión, mucha vehemencia… y algún que otro cabezota… pero eso pasa hasta en las mejores familias.
No quiero terminar sin comentar que a este grupo, por el sitio pequeño en el que se mueve habitualmente, le pasa como a la “princesa del pueblo”, o lo quieres o lo odias… levanta filias y fobias, no tiene término medio… pero me encanta…
Va por vosotros, catetos…
Ana Sancho
blog.mujerjoven@gmail.com
Twitter: @4n4s4n

Consulta en este enlace todos los artículos de Ana Sancho en su espacio ‘Mujer joven de mediana edad‘.

También puedes leer aquí las colaboraciones de distintas autoras del blog de Vivencias.

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3 Comentarios

  1. Maria del Carmen Garcia Lara

    Me encanta vuestro grupo la pasión y lo bien que os lo pasaís que en definitiva es de lo que se trata. También de crear esos lazos que hacen que tus amigos sean tu familia, compartir y luego recordar buenisimos momentos vivídos. Muchos catetos es lo que hacen falta en muchos pueblos, ciudades etc.. y el nuestro ya os tiene.

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    • La Diversiva

      Muchas gracias por aportar con tu comentario María del Carmen. En La Diversiva nos encanta que los lectores sean parte activa de la web y compartan sus opiniones. Un abrazo.

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    • Ana Sancho

      Gracias Mari Carmen… la verdad es que lo pasamos bien, y como tu dices es lo importante. También “hacemos mucho bulto”, y eso en los pueblos es verdad que hace falta, aunque algunas veces acaben de nosotros, con lo ruidosos que somos, hasta el moño…jejeje

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