All

Seleccionar página

Cinco claves para aumentar la confianza de tus hijos

  Esta actividad ya ha finalizado

Cinco claves para aumentar la confianza de tus hijos

Aumentar la confianza de los niños y niñas en sí mismos es clave para su desarrollo. Cuando confían en sí mismos sus comportamientos son más activos, se muestran más expresivos y tienen un mayor éxito social y académico. La falta de confianza hace que los pequeños sean más sensibles a la ansiedad, que crean que no son capaces de hacer muchas cosas y que sus esfuerzos no serán exitosos. ¿Qué puede hacer la familia para aumentar la confianza?

1. Ayúdale a ser realista

A partir de los 5 o 6 años los niños y niñas comienzan a compararse con los demás. En estas comparaciones habrá veces que salgan ganando y otras que salgan perdiendo. Pero es importante fomentar una visión realista de las situaciones para evitar que los niños y niñas se hagan ideas equivocadas sobre su realidad; especialmente en el caso de las comparaciones negativas.

Cuando comienzan los exámenes hay niños que sacan buenas notas con facilidad mientras que a otros les cuesta más aprobar. Puede que un niño comente que ‘solo a él le cuesta sacar buenas notas‘. Podemos ayudarle a ser más realista diciéndole que quizás esos compañeros a los que se refiere hayan preparado el examen durante más tiempo o tal vez hayan aclarado sus dudas con el profesor. Podríamos preguntarle si se le ocurre algo que él pueda hacer la próxima vez para que el examen vaya mejor.

En este ejemplo, se puede apreciar que en ningún momento invalidamos la percepción del niño pero tampoco la reforzamos. Simplemente ofrecemos una alternativa más realista que generará una mayor confianza y evitará pensamientos del tipo ‘no valgo’ o ‘no soy bueno’.

2. Confía en sus capacidades

Cinco claves para aumentar la confianza de tus hijos
Proteger a los hijos es un sentimiento que todos los padres, madres y cuidadores experimentan. En ocasiones, bajo el paraguas de la protección, los adultos esconden sus propios miedos e inseguridades limitando las actividades de los niños y niñas.

Imaginemos una madre que de pequeña tuvo un percance mientras patinaba o que vio cómo una niña lo tenía. Es posible que evite que su hija haga esta actividad ya que es potencialmente peligrosa o que permite que la realice solo bajo extremadas normas de seguridad. Los miedos pueden provenir de experiencias propias, de situaciones que hemos observado o de cosas que nos han contado.

Limitar la capacidad de actuación en base a nuestros miedos hace que los niños y niñas sean más inseguros, ya que les impide desarrollar sus propias habilidades. También les impide experimentar la felicidad y el orgullo de conseguir hacer algo por sí mismos.

3. Reduce la supervisión

Muy relacionado con lo último que acabo de comentar está el problema de la supervisión. Generalmente los adultos supervisan a los niños y niñas para asegurarse de que hacen las cosas ‘bien’. Pero supervisar de manera continuada presenta dos grandes problemas:

• Damos a los niños y niñas el mensaje de que ‘no puedes hacerlo solo/a’. Si lo pensamos detenidamente, descubriremos que este es el mensaje que hay de fondo invariablemente.

• La sensación de no ser capaz de hacer algo no solo limita la confianza y la autoestima, sino que también incrementa la dependencia. ¿Cómo descubrirá el niño o la niña si en realidad puede hacerlo o no si siempre está supervisado?

No se trata de dejar al niño o niña desprotegido, se trata de retirarnos de manera adecuada. Para ello, solo tenemos que ir eliminando nuestra ayuda poco a poco. Por ejemplo, si cuando nuestro hijo de 4 años se ducha nosotros le desvestimos, le enjabonamos, le enjuagamos y le secamos podemos empezar en el siguiente baño a dejar que se seque solo. A la siguiente vez, dejaremos que se enjuague solo. Y así sucesivamente, podemos darle las indicaciones que queramos y luego celebrar lo bien que hacen las cosas por sí mismos.

4. Indaga en el por qué

Cinco claves para aumentar la confianza de tus hijosCinco claves para aumentar la confianza de tus hijos
Para saber qué preocupa a un niño o niña o qué le hace sentir inseguro es necesario tener una escucha empática. A veces los niños y niñas tardan en explicarse o les cuesta hacerlo, por ello la paciencia es una herramienta clave que la familia tiene que utilizar.

Si nuestra hija llega un día diciendo que ya no quiere ponerse ese vestido que hasta ahora tanto le gustaba y nosotros no entendemos el por qué tenemos que escuchar. ¿Le ofrecemos una alternativa, la convencemos de que continua poniéndoselo, no le decimos nada?

Para saber cómo reaccionar es importante saber primero ante qué tenemos que reaccionar. No es lo mismo por ejemplo que un compañero le haya dicho que es feo a que ella crea que no le sienta bien. Una estrategia estupenda cuando nos encontramos en esta situación es preguntar primero ‘¿qué te gustaría hacer?’ y después ‘¿qué te ha hecho pensar eso?’. Si preguntamos de primeras a qué viene su cambio de opinión es posible que se cierre en banda.

5. Fomenta el esfuerzo y el disfrute

Los resultados parecen que se han convertido en la actualidad en el foco de principal preocupación de las familias. Los niños y niñas hoy día parecen pequeños genios. Tienen que tener buenos resultados en el colegio, saber idiomas, practicar deporte, ser sociales, etc. Demasiadas exigencias para una época de desarrollo y cambios continuos como es la infancia.

Para mejorar la confianza de nuestros hijos e hijas es importante que les centremos en cosas que dependen de ellos y ellas: el esfuerzo y el disfrute en el presente. Estos son los componentes que con mayor probabilidad acercan al éxito.

Puede que en este punto nos surjan dudas del tipo: ‘Yy si mi hijo no quiere estudiar porque no le gusta, ¿tengo que dejarle y que juegue a videojuegos que es lo que le gusta?’ La respuesta es ‘no’. O más bien, la respuesta es ‘no tiene por qué’. Se trata de que pensemos y probemos cómo podríamos aumentar el esfuerzo y el disfrute de nuestro hijo por una determinada tarea que parece que no le gusta.

Ante aquellas cosas que la familia considera beneficiosa pero que los hijos rechazan recomiendo indagar en el por qué. ¿Qué hace que a tu hijo o hija no le guste estudiar, jugar al tenis o ir a inglés? ¿Necesita ayuda, los compañeros son un problema, le impide hacer otra actividad que sí le gusta? Una vez que sepamos el por qué encontraremos la manera de fomentar el esfuerzo y el disfrute.

Espero que estos consejos os ayuden a hacer de vuestros hijos e hijas personas con una mayor confianza, dispuestas a descubrir lo mejor de ellos mismos.

Mónica Valverde Salgado

Psicóloga Sanitaria. Codirectora de Valpe Psicólogos

Puedes consultar otros artículos en nuestra sección de Psicología infantil y familiar.

Lee aquí anteriores colaboraciones de Valpe Psicólogos.

Suscribete a nuestro newsletter

CATEGORÍAS

Blogs | Colaboradores | Psicología

ETIQUETAS

, , , , , , ,

2 Comentarios

  1. Navarro psicología

    Excelente artículo. La infancia es una etapa sumamente decisiva a la hora de desarrollarnos como personas a todos los niveles, entre los que se encuentran el biológico y el psicosocial. Es cuando ocurre el mayor crecimiento físico que experimentamos en la vida, y también es en la infancia donde construimos las relaciones con otros seres humanos y con nosotros mismos, generando vínculos y afectos, por lo que la confianza que tengan los más pequeños resulta fundamental para su futuro.

    Responder
    • La Diversiva

      Sin duda, estamos de acuerdo. Gracias por tu aportación.

      Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

All