Las bajas temperaturas y los cambios en el ambiente imponen nuevos retos para garantizar el bienestar de los más pequeños del hogar. Como es el caso de asegurar un buen descanso de los bebés, siendo una prioridad para los padres y madres. Un elemento que no solo es esencial para el crecimiento y desarrollo físico del bebé, sino también para su estabilidad emocional y cognitiva. Sin embargo, durante las temporadas frías, factores como el aire seco y los resfriados frecuentes pueden alterar sus patrones de sueño, generando inquietud tanto en el bebé como en su familia.
Es por eso que desde La Diversiva os traemos algunos tips o consejos para mejorar el descanso de los bebés en la temporada de otoño-invierno:
Controlar la temperatura ambiente
Una habitación demasiado fría o, en contraste, sobrecalentada; puede hacer que el bebé se despierte con mayor frecuencia. Por lo tanto, ¿Cuál es la temperatura ideal? Para evitar el estrés térmico y la obstrucción de las vías respiratorias de los menores de dos años, el Instituto Europeo de Calidad del Sueño (ESCI) recomienda mantener la temperatura ambiente de la habitación entre los 21 y 22 grados.
Además, los sistemas de calefacción a menudo resecan el aire, siendo clave elementos como los humidificadores, pues evitan que las vías respiratorias del bebé se resequen. Desde ESCI, también se incide en la importancia de evitar crear barreras térmicas mediante el uso de ropas o colchones que no sean transpirables.
Vestimenta adecuada
Desde la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME) aconsejan no abrigar en exceso al bebé y facilitarle el movimiento. Para ello, recomendamos vestirle y taparle con varias capas finas en lugar de usar ropas gruesas, de esta manera es más fácil ajustar la temperatura. Otro aspecto fundamental es el uso de materiales suaves, como el algodón o tejidos transpirables.
No te alarmes si las extremidades del bebé están más frías; esto es normal. Para evaluar si tiene frío, toca su nuca. Eso sí, durante las noches más frías, verifica si el bebé parece cómodo, ajustando su ropa o el saco de dormir si es necesario.
Rutina de sueño – Esencial para un buen descanso del bebé
Dormir es una actividad fundamental durante los primeros años de vida. En esta etapa, el sueño cumple un rol crucial en el desarrollo cerebral y la consolidación de habilidades como la memoria y el aprendizaje. Además, fortalece el sistema inmunológico y favorece el equilibrio hormonal del bebé.
En este contexto, garantizar un sueño reparador para los bebés implica mucho más que simplemente acostarlos temprano. Requiere atención a factores ambientales, como mantener una temperatura estable en el dormitorio, seleccionar ropa de cama adecuada y asegurar una hidratación correcta tanto del bebé como del aire en su entorno. Además, adoptar rutinas de sueño consistentes y reconfortantes ayuda a establecer un patrón de descanso saludable, incluso cuando el clima no colabora.
Establecer una rutina regular para dormir ayuda a que el bebé se sienta seguro y relajado, acostándoles siempre a la misma hora. En este contexto, la FAME aconseja colocar la cuna en una esquina o rincón de la habitación, lejos de fuentes de calor o frío excesivos, así como de la ventana.
A veces favorece crear unos rituales de inicio del sueño – así lo explica la Federación de Asociaciones de Matronas de España– los cuales pueden ser un baño o un masaje mientras se le habla, un canto, uso de luz tenue o música suave. Los rituales van a ser muy importantes cuando el niño vaya creciendo y su periodo de vigilia sea mayor. Dentro de la rutina, se desaconseja exponerles a estímulos antes de dormir.
Cuidado de la piel
Otra parte fundamental para favorecer el descanso del bebé es cuidar su piel a través de la hidratación con cremas hidratantes o aceites de bebé tras el baño, lo que previene la sequedad de la piel a causa del frío. En caso de que el bebé tenga la nariz taponada –debido al aire seco o un resfriado–, utiliza suero fisiológico para limpiarla suavemente antes de acostarlo.
Seguridad al dormir – Clave para un buen descanso del bebé
Como hemos explicado anteriormente, el exceso de abrigo –como mantas o almohadas– puede provocar la asfixia del bebé. Actualmente, existe una corriente de usar sacos de dormir para bebés, pues los mantiene abrigados sin necesidad de mantas que puedan representar un riesgo. Por otro lado, desde la FAME, recalcan la importancia de dejar siempre la cabeza sin cubrir con la ropa de cuna; para ello se aconseja que no haya ropa enrollada y mullida, muñecos y juguetes, etc.
La muerte súbita del lactante (SMSL) es la primera causa de muerte en el primer año del bebé en los países desarrollados –hasta 2.400 muertes anuales en Europa–, así lo especifica el Instituto Europeo de la Calidad del Sueño (ESCI). El riesgo de sufrir SMSL se multiplica en el caso de bebés prematuros, partos múltiples y con el incremento de la edad de las madres. De ahí la importancia de elegir un buen colchón, que sea firme y que el bebé duerma boca arriba.
A parte de contar con un buen colchón, la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME) indica que la cuna debe ser:
- Una buena cuna debe ser amplia, de fácil manipulación, con buena visibilidad y que ofrezca seguridad.
- Se desaconsejan las cunas hondas pues cuentan con mala visibilidad; demasiado bajas ya que dificultan la atención al bebé; o en balancín pues, al contrario que las opiniones populares, los movimientos no favorecen su bienestar.
- La distancia entre los barrotes de la cuna debe oscilar entre 45 y 65 mm, para evitar que el niño quede atrapado entre ellos.
- Los cantos/esquinas deben ser redondeados.
- El somier debe tener varias posiciones (regulable en altura), para ir adaptando la cuna a la edad del niño.
Alimentación nocturna
Los bebés pasan casi la mitad de su tiempo total de sueño en la fase REM, un tipo de sueño liviano y es el periodo en el que se sueña. A medida que van creciendo esta etapa dura cada vez menos. Es importante facilitar el paso de la etapa de sueño hacia la de vigilia con estímulos táctiles suaves: no despertarlo bruscamente o hablarle suavemente antes de iniciar cualquier cuidado. Si el bebé necesita alimentarse durante la noche, hazlo en un ambiente cálido y tranquilo. Esto facilita que vuelva a dormirse rápidamente.
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