Halloween está estrechamente relacionado con el miedo, pero esta emoción no solo surge en este día, sino que puede estar presente todos los días en la vida de adultos y niños. Pero ¿qué es el miedo? ¿Cómo podemos tratarlo en la infancia? ¿Cuándo puede convertirse en un problema? Gracias al Centro Te Motivan en este artículo encontrarás todas las respuestas para ayudar a que los peques puedan afrontar el miedo y tener una relación sana con él.
¿Qué es el miedo?
El miedo es una de las emociones básicas, junto a la alegría, la tristeza, el enfado, la sorpresa, el asco y el amor. Todas las emociones ocurren de manera natural en las personas, y tienen una importante función adaptativa. Las emociones negativas, aunque nos puedan provocar sensaciones no tan agradables como las positivas, son muy importantes, en primer lugar para valorar lo positivo y en segundo lugar para saber gestionar estas emociones; lo cual es fundamental para el bienestar presente y futuro.
El miedo es una emoción que aparece cuando valoramos una situación como amenazante o peligrosa y pone en marcha una serie de respuestas fisiológicas y conductuales que tienen el objetivo de proteger la integridad física y/o emocional y mantenernos a salvo del peligro.
¿Cúando se convierte en un problema?
El miedo cumple una función importante para la supervivencia. Pero, como las demás emociones, puede convertirse en disfuncional. Esto ocurre cuando no somos capaces de controlarlo, cuando lo negamos y dejamos que, en lugar de cumplir su función, crezca en nuestro interior. Es entonces cuando podemos tender a valorar como peligrosas situaciones que no lo son, e incluso algunas que anticipamos antes de que se produzcan. En estos casos el miedo puede provocar respuestas de ansiedad e incluso convertirse en fobia. Si esto ocurre el miedo nos controla y no nos deja funcionar en nuestro día a día.
Concretamente, en los niños y niñas…
En los primeros años de vida aparece lo que se conoce como miedo evolutivo. Debemos educar a los niños y niñas para que sean capaces de identificar y gestionar de manera adecuada sus miedos y de este modo ayudarles a enfrentarse a ellos. El miedo siempre miente, y es por eso que cuanto menos distancia haya entre los miedos y la realidad más sencillo será afrontarla. No siempre es fácil diferenciar los miedos, pero para ello podemos seguir algunas sencillas pautas. El miedo es problemático cuando interfiere en el funcionamiento diario de nuestros pequeños, cuando supone un obstáculo para su vida diaria: actividades escolares, sociales, relaciones, juegos, salir de casa, etc.
Cómo ayudarles
No se ha de presionar al niño o niña para que se enfrente a sus miedos. Se trata de una gestión personal, que parte del conocimiento de uno mismo y de los propios miedos. Se trata de acompañarlos y proporcionarles apoyo para que cuando estén preparados puedan enfrentarse a ello. No aumentes sus miedos.
En muchas ocasiones nos puede parecer gracioso asustar a los niños y niñas, como en Halloween, e incluso usar el miedo como medida disciplinaria. Lo mejor es hablar con ellos y ayudarles a identificar sus miedos y las causas de los mismos. De este modo, sin presiones les ayudamos a que poco a poco puedan desmantelarlos y controlarlos ellos mismos. No les presiones, trátalo con naturalidad, tampoco les incites a negar su miedo. La compañía les ayudará a superarlo y darse cuenta de que no es para tanto, porque el miedo siempre miente.
Halloween, una oportunidad para trabajar miedos de nuestra vida cotidiana
Los miedos pueden limitarnos y mantenernos estancados en nuestra zona de confort. Superarlos nos permite expandir nuestros horizontes, descubrir nuevas oportunidades y desarrollar nuestra confianza.
Al enfrentarnos a nuestros miedos, aprendemos valiosas lecciones sobre nosotros mismos. Descubrimos que somos más fuertes y capaces de lo que creemos. Nos damos cuenta de que el miedo es solo una ilusión que podemos trascender.
Superar los miedos también ayuda a construir relaciones más sólidas. Al compartir nuestras vulnerabilidades con los demás, creamos conexiones más auténticas y empáticas.
En Halloween, podemos aprovechar esta oportunidad para enfrentar nuestros miedos de una manera lúdica y segura. Disfrutemos del espíritu festivo y recordemos que, más allá de los disfraces y las decoraciones, el verdadero desafío está en superar nuestros propios temores.
Anímate a enfrentar tus miedos y los de tus peques no solo en Halloween, sino en todas las áreas de tu vida. Descubrid el poder que tenéis para superarlos y lo valientes y resilientes que podéis llegar a ser. En Centro Te Motivan os ayudan a gestionar los miedos y siempre está cerca de ti.
Rocío Gómez Carrillo, Psicopedagoga y directora de Te Motivan, centro especializado en Málaga para niños con dificultades y sus familias.