A menudo escuchamos la famosa frase de “el desayuno es la comida más importante del día” y en el caso de la mayoría de los pequeños es en el colegio dónde realizan esta rutina. La complicada tarea de elegir un desayuno fácil de tomar, llevar y saludable preocupa a muchos padres y madres, pero La Diversiva ofrece una recopilación de las distintas ideas que hemos encontrado en diferentes sitios webs.

Todas las páginas consultadas coinciden en que es necesario al menos un lácteo, una pieza de fruta o verdura y frutos secos. Además, en el caso de utilizar repostería siempre casera e intentando que sus ingredientes y complementos sean lo más saludables posibles.

Fruta y verdura

Una pieza de fruta entera. Debido a la variedad de fruta existente se podrá poner al gusto del niño, pero los expertos recomiendan no mandar una que no se haya probado antes en casa.

Macedonias de frutas: en lugar de una única pieza se pueden mezclar otras más pequeñas, pero de mayor variedad. Otra opción de macedonia con las brochetas de frutas variadas.

Smoothie o batidos de frutas: mezcla de diversos sabores con lácteos o incluso verduras que muestran una forma diferente de comer fruta. Aquí dejamos un ejemplo de receta.

Frutos secos o desecados, alimentos que dan un aporte calórico importante. También se pueden contar con frutos del bosque como frambuesas, moras, cerezas… Es importante a la hora de los frutos secos tener en cuenta que puede ser un alimento más costoso de digerir o de comer para niños muy pequeños.

Verduras crudas como zanahoria en tiras, tomates cherry o hummus.
Cuscús o quinoa con leche y frutas. Aquí se ofrece un ejemplo.

Lácteos

Yogur con frutos secos o muesli, así como cualquier lácteo con diferentes cereales como puede ser un pinchito de queso y fruta (mezcla de lácteos con sabores naturales).
Otra opción es probar el propio yogur con piezas de fruta (como, por ejemplo, pera) o granola.

Pan o bollería

Los comunes bocadillos o sándwiches (preferiblemente integrales) de diferentes embutidos, queso o vegetales. Otra idea será utilizar más variedad de panes, como el pan de centeno, o la variedad de ingredientes como huevo, calabacín, tomate, canónigo, tortilla, atún, aguacate… con los que los pequeños podrán probar nuevos sabores.

Pan con chocolate negro como alternativa de una comida rica, pero sin la grasa y la manteca que aporta otro tipo de chocolate más calórico.

El tradicional desayuno molinero es otra buena opción que recomiendan los expertos, la tostada de aceite que puede ir acompañada de diversos embutidos, frutas o lácteos.

Bizcocho, galletas o magdalenas bajos en azúcares caseros. Siempre será mejor un dulce de elaboración propia que industrial. Además, estos pueden combinarse con frutas, frutos secos y verduras como magdalenas de manzana y fresa, galletas de avena… Aquí enlazamos una receta de un bizcocho sin azúcar con zanahoria y frutos secos.

Crepes o tortitas de avena, de cereales o de plátano y huevo con queso o frutas como el plátano, con chocolate. Una alternativa a la harina que puede resultar de lo más saludable. Aquí dejamos la receta de una tortita de calabaza y avena.

Todo esto son recomendaciones recogidas de propuestas consultadas en medios como Diario Sur, en una entrevista con Federico Soriguer, en diferentes páginas webs y blogs como en la web del endocrino Joaquín Puerma, el portal de Infusiones Susarón, el blog de Marina Canela (trucos de familia), Gastronomía&Cía, en la web de Nutripharma, en la página de bebés y más y de Vitónica.

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