Después de unos meses sin escribir, me gustaría volver con algo tan importante como la respiración, tan necesaria y tan olvidada, sí, sí, aunque pueda parecer imposible, ¡nos olvidamos de respirar con consciencia!
Hoy llevaba un día de mucho correr por varios motivos;
-Mi bebé está en periodo de demanda (va a cumplir diez meses e informa a la fabrica de leche qué nutrientes y cantidad necesita, como si fuera un código morse entre el bebé y nuestro cuerpo) además de estar brotándole su tercer diente, las temperaturas tan altas de estos días (en casa no bajaban de 30 grados ni de día ni de noche)…
-Tenía que llevar a mi hijo mayor a las ultimas compras para su viaje de fin de bachiller.
-Llevar al mediano al río con sus amigos.
– Ah! Y esa costumbre tan arraigada que tenemos de hacer varias comidas al día, necesitar algo de orden y limpieza, y preparar lo necesario para cada salida, jajajajajajaja.
Bueno, pues cuando salía de casa camino del río, casi me meriendo a un vecino, pues también soy la presidenta y acababa de abrir el último recibo del agua y era altísimo, no pude frenarme al encontrarlo en la escalera. (Al volver del río nos cruzamos de nuevo y le pedí perdón por mi actitud por la tarde).
Cuando entré en el coche y me senté al volante, estaba a mil mi corazón, llevo años trabajando tener una actitud positiva y correcta en todo momento y lugar, y no quería volver a despistarme. Así que gracias a que me paré unos segundos antes de arrancar, ¡recordé respirar! ¡Otra vez lo había olvidado! ¡Jajajajajajaja! ¡Esta cabecita mía!
Posiblemente a vosotros no se os olvide respirar, pero a mí se me olvida a veces. Como tenia una hora de coche empecé a practicar, inhalaba con consciencia llevando el aire directamente al centro de energía de nuestro cuerpo, «el vientre», sentía como el aire se distribuía por todo mi ser, como salía de él, y comenzó a llegar la paz a mi mente y a mi cuerpo.
Al principio, como es normal, me costó concentrarme, pero cuando llegue al río, mi bebé me hizo ver lo bien que lo había hecho, siguió dormido al parar (nunca lo hace), pese a todos los baches del camino y, gracias a eso, se me ha permitido retomar volver a escribir en el blog, pues esto ya está terminando y sigue durmiendo la siesta. Jijiji.
Ains, cuán importante es respirar con consciencia, y cuántos beneficios nos aporta y lo olvidamos.
Os deseo una respiración consciente cada vez que os sintáis abrumados, os notéis colapsados, o la ira se esté empezando a instalar en vuestra vibración. Un fuerte abrazo lleno de luz y energía positiva.
PD: Hoy con premio, por causalidad abrí el Facebook y me apareció esta última canción, y decidí buscar más, deseo que os gusten. ¡Muack!
Ana María Fdz Díaz
También puedes leer aquí las colaboraciones de distintas autoras del blog de Vivencias.