Enfermería pediátrica: profesión fundamental para la salud de los peques

Si la salud es siempre un tema importantísimo, no hablemos ya de la salud de los más pequeños de la casa… ¡estar al lado de los mejores profesionales es imprescindible! De este modo, son muchas las profesiones sanitarias que, poco a poco, disponen de una rama pediátrica.

De hecho, de acuerdo con la RAE, la “pediatría” es la “rama de la medicina que se ocupa de la salud y enfermedades de los niños”. Por tanto, tenemos la figura del pediatra (médico especializado en la salud de los menores), pero también otros sanitarios como es el caso del personal de enfermería.

Funciones del enfermero o enfermera pediátrica

Antes que nada, cabe señalar las diferentes especialidades que disponen los enfermeros y las enfermeras, una vez aprobado el EIR (Enfermero Interno Residente):

• Enfermería de salud mental

• Enfermería obstétrico-ginecológica (matrona)

• Enfermería geriátrica

• Enfermería familiar y comunitaria

• Enfermería del trabajo

• Enfermería en cuidados médico-quirúrgicos

• Enfermería pediátrica

Distintas ramas de la enfermería, que permiten una mayor especialización al profesional. Pero, hoy queremos hacer hincapié en la enfermería pediátrica. ¿Conoces las tareas que realizan estos profesionales del mundo de la salud?

Estas son algunas de las funciones en enfermería pediátrica:

• Llevar adelante la campaña de vacunación (la mayoría de vacunas son inyectadas durante la infancia).

• Formar parte del equipo de atención primaria.

• Realizar el control del peso y talla de bebés e infantes (sobre todo).

• Llevar a cabo un seguimiento en el desarrollo de todas las etapas del crecimiento.

• Orientación a las familias sobre alimentación, salud, higiene…

• Tareas sobre promoción y prevención de la salud en centros educativos.

Como se puede apreciar, una profesión importantísima en sanidad. Pero, para ello, una formación específica es necesaria. Es el caso del máster enfermería pediátrica, que ofrece Euroinnova Formación.

¿Por qué es importante una formación continuada en sanidad?

La aparición de nuevas enfermedades (¿nos suena de algo?), innovación en técnicas y cuidados o el uso de nuevos aparatos… ¡son muchas las razones por las que seguir estudiando, si eres sanitario! Sin olvidar, por supuesto, el disfrute del conocimiento. En efecto, el puro placer de estudiar.

No obstante, queremos hacer referencia a otro asunto que a muchos sanitarios les es decisivo: nos referimos a acceder a trabajar en la Administración Pública.

Trabajar en la Sanidad Pública

Si eres sanitario y quieres acceder al sistema sanitario público tienes 2 vías: bolsas públicas de empleo (esas bolsas extraordinarias, gestionadas por las Comunidades Autónomas) o las oposiciones.

Tanto en el primero como en el segundo caso, se va a requerir de formación académica extra. Eso es: con la carrera universitaria no va a ser suficiente. Porque, en ambos casos, es necesario añadir puntos extra a tu nota, si quieres ser llamado para trabajar…

Por ejemplo, en el caso de las oposiciones; el opositor (valga la redundancia) además aprobar el examen (fase de oposición), deberá disponer de puntos adicionales que serán sumados a dicha nota.

¿Y cómo se obtienen esta puntuación extra? Con experiencia laboral y con formación homologada.

Si eres un recién graduado en enfermería ni que decir tiene que debes estudiar otras formaciones como el anterior máster. ¡Ya no hay excusas para dejar de estudiar!