En primer lugar, hay que entender la innovación educativa como un conjunto de cambios que buscan la evolución del sistema educativo. Una educación, además, no solo entendida como el proceso de enseñanza-aprendizaje; sino también por una gran fusión de técnicas, medios, escenarios o personas.

Investigación, conocimientos, análisis, herramientas, proyectos, políticas, recursos… todos ellos son imprescindibles para la innovación en la educación. Pero, ¿qué es exactamente la educación?

La educación y cómo innovar en ella

Como decimos, la educación no es solo dar una lección o ir a clase, es un concepto amplísimo que abarca muchos aspectos. Pero sí podemos decir que innovación es sinónimo de reciclaje, de implementar cambios novedosos y beneficiosos para el sistema y sus participantes.

Una mejora que puede comenzar con la impartición de nuevas metodologías y estrategias del aprendizaje. Es decir, que los docentes no solo se limiten en la clásica ficha, sino que busquen nuevas maneras de enseñar. Prácticas, por ejemplo, que fomenten el aprendizaje, pero también otros aspectos como la creatividad, la diversión o, incluso, la empatía.

Y sin olvidar esa búsqueda de una comunidad educativa participativa. Es decir: implicación, ganas e interés por parte del profesorado, alumnado y, por supuesto, de las familias.

¿Cómo fomentar la innovación educativa en el aula?

La formación, imprescindible en la innovación educativa

La educación es uno de los pilares básicos de cualquier sociedad. Y este axioma es conocido por todo el mundo y más por los propios docentes. Por consiguiente, ellos mismos -los maestros y profesores- van a incentivar su propio estudio.

En efecto, en docencia, una educación continua es imprescindible. Cada alumno es un mundo y, además, son muchas las novedades educativas que forman parte del día a día: herramientas digitales, métodos, técnicas…

De ahí que cualquier maestro o profesor decida estudiar un máster innovación educativa como el que dispone Euroinnova Formación con metodología online para que estudiar y dar clase a la vez sea del todo compatible.

El papel de las TIC en educación

Por su parte, las TIC o Tecnologías de la Información y la Comunicación han resultado imprescindibles en el mundo educativo. Lo online impera y más desde la llegada del coronavirus.

El confinamiento, algunas aulas cerradas o el propio miedo al contagio han propiciado un salto a lo digital (que ya existía, pero que no tenía tanta fuerza). De este modo, son muchas las TIC que utilizan los docentes en su día a día. ¿Conoces todas?

¿Cómo fomentar la innovación educativa en el aula?

Pizarras digitales interactivas (no te manchas las manos de tiza y, encima, puedes navegar también por Internet).

Apps o aplicaciones educativas (son muchas y de materias específicas como historia, matemáticas, literatura…).

Podcasts (cada vez son más los profesores que se apuntan a grabar y colgar una lección).

Realidad virtual (un escenario virtual que transporta al alumno, de una forma casi real).

Tabletas y ordenadores portátiles (ideales para seguir trabajando en casa).

Videojuegos (y potenciar recursos educativos como la gamificación).

Códigos QR (y poder hacer que una cartulina tenga sonido, por ejemplo).

Redes sociales (los propios maestros y profesores se convierten en influencers).

Recursos multimedia (películas, vídeos, programas…totalmente complementarios a lo más novedoso).

Plataformas digitales y campus virtuales (estudiar en cualquier momento y desde cualquier parte).

Robots (la robótica es una asignatura que, cada vez más, se imparte entre los más jóvenes).

¡Y muchas más! Las nuevas tecnologías de la educación motivan al alumno con una mayor implicación para seguir la clase. Nuevos medios de comunicación que sirven para preparar alumnos del futuro. Recursos para docentes que, poco a poco, se van estableciendo en la escuela y propiciando la innovación educativa.

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