Guía para padres: ¿Cómo elegir la mochila perfecta?

Lo suficientemente resistente para durar todo el ciclo escolar y lo suficientemente práctica y atractiva para que les guste llevarla. Una mochila es el accesorio básico en los meses escolares, por lo que su compra debe realizarse con antelación. Además, en el verano pueden utilizarse para llevar ropa, meriendas o asistir a talleres y colonias de vacaciones.

La mochila es uno de los primeros signos de independencia de un niño. Incluso antes de dar sus primeros pasitos, ya aprende a guardar sus juguetes en una mochila. A medida que crece, se convierte en un accesorio más funcional que lúdico, cumpliendo un rol fundamental durante la etapa de escolarización.

En efecto, los niños llevan de todo en su mochila: útiles escolares, meriendas, juguetes, ropa y calzado. Por ello, debe ser un accesorio resistente y su compra no puede dejarse para último momento: debe planearse con antelación para decidir el modelo más adecuado.

Afortunadamente, existen marcas que han sabido combinar lo funcional y lo lúdico. Es posible elegir una de estas carteras escolares, sabiendo que reúnen lo que les interesa a los padres y a los niños.

Por qué ahora es un buen momento para elegir mochila

Todas las decisiones de compra de productos que deberán probar una buena relación precio-calidad, deben tomar se con antelación.

El verano previo al comienzo del ciclo escolar es el momento adecuado para comprar la mochila de los peques, porque se contará con el tiempo necesario para comparar marcas y modelos, investigar las características, materiales y funcionalidades, leer reseñas sobre el artículo o fabricante, etc.

La vuelta al cole, sobre todo en un año que tendrá características tan especiales con la pandemia del covid-19, puede ser un momento estresante para muchos padres. Anticipar todas las compras y trámites posibles, es una sabia decisión para evitar el colapso en septiembre.

Qué debe tener una mochila escolar

Siguiendo las recomendaciones de los fabricantes y la experiencia de los padres, podemos decir que éstos son algunos de los requisitos que debe cumplir una mochila escolar:

– Materiales resistentes y de calidad. Lo ideal es que no solo completen un año escolar, sino que sirvan también para el siguiente.

– Cremalleras de fácil apertura tanto para el bolsillo principal como para los laterales.

– Separador interior para el almuerzo o merienda, que aísle correctamente los alimentos de los útiles escolares.

– Ajuste de clip en el pecho. Permite un diseño más cómodo, ergonómico y menos perjudicial para su espalda. Si la mochila en cuestión no tiene este accesorio, es posible comprarlo por separado.

– Malla lateral para llevar botellas, con un tamaño acorde al necesario de acuerdo a su edad y frecuencia de consumo. Dada la particular importancia que tiene el higiene en el escenario actual por la pandemia del covid-19, este espacio también puede destinarse a una botella de gel hidroalcohólico y otros elementos de aseo personal.

– Tirantes ajustables, un aspecto imprescindible para acompañar su crecimiento. Además, la diferencia de cantidad de ropa en las distintas estaciones, implica que muchas veces tengan que ajustarla o desajustarla con el trascurso de los meses.

– Asa para colgar, con un material reforzado.

– Si ya utilizan ordenadores portátiles, es aconsejable que la mochila incorpore los bolsillos adecuados en el interior.

– Etiqueta para datos personales, ya sea en el interior o en el exterior.

Al margen de estas pautas, obviamente la mochila más adecuada para un niño será que mejor se adapte a su cuerpo, su espalda y el uso que quiera darle.

Una mochila para cada niño

Cada vez existen más y mejores modelos de mochilas escolares, que se adaptan a las nuevas actividades y usos que van adquiriendo los más pequeños. Hasta hace algunos años nadie hubiera considerado que la mochila de su hijo incorpore un separador para móviles, tabletas u ordenadores, siendo que hoy en día -dependiendo de la edad-, es casi imprescindible.

Las mochilas escolares a la espalda son las más habituales, siempre que su peso no supere el 10% del peso del niño. La cuestión del peso debe controlarse adecuadamente para evitar dolores y posibles lesiones.

Muchos se pasan a los modelos con ruedas para prevenir daños en la espalda, aunque puede resultar menos prácticos en algunas ocasiones.

Por su parte, las mochilas bandoleras son recomendables para edades entre 5 y 10 años, siempre que no deban llevar mucho material, ya que su capacidad de carga es algo menor.

Las mochilas térmicas son muy útiles para conservar aliementos y bebidas, sobre todo cuando las temperaturas son altas o pasaran muchas horas fuera de la nevera.

Finalmente, las mochilas estilo cartera van ganando terreno, ya que su diseño es realmente atractivo. Se torta de una opción moderna que adapta el antiguo portafolios a un formato capaz de colgarse en la mochila, llevarse en las manos o cruzarse en el pecho.

Mucho más que libros

Aún no sabemos exactamente cómo será el regreso al colegio: se habla de grupos reducidos, clases por turnos y gimnasios convertidos en aulas. Sólo tenemos la certeza de que existen materiales escolares necesarios en cualquier escenario. Y la mochila es uno de ellos.

La mochila no solo carga libros y cuadernos, sino que es un mundo donde gobiernan las leyes de los más pequeños, por lo que allí puede ir a parar desde una golosina abierta hasta los hallazgos del recreo y su juguete favorito.  Para algunos niños, su mochila es sagrada.

Mientras tanto, para los padres se trata de un accesorio que resguarda objetos importantes para su hijo y que requieren protección contra golpes, inclemencias del tiempo y por supuesto, pérdidas. Además debe tener la forma y el peso adecuado para que su uso no resulte incómodo o nocivo para el niño.

En definitiva, se trata de conciliar el gusto de los pequeños con las preocupaciones de los padres para que la mochila cumpla mejor sus funciones y por más tiempo.