Los deberes y el verano

Con la llegada del periodo estival y el inicio de las vacaciones muchos padres y madres nos plantean la gran pregunta: ‘¿Deberes sí o deberes no en verano?’. Existen muchos mitos sobre esta cuestión, por lo que intentaremos ver qué es recomendable y cuándo dependiendo de cada niño o niña.

¿Hacer deberes durante las vacaciones de verano es un castigo?

Lo primero que hay que dejar claro es que el periodo vacacional es un momento de flexibilidad. Las normas establecidas durante el resto del año se diluyen bastante y a menudo cambian o desaparecen totalmente. Por ejemplo, el horario de irse a la cama puede cambiar, el tiempo que pasamos realizando ejercicio físico aumenta, el tiempo que dedicamos a las nuevas tecnologías puede ser mayor, etc.

No pasa nada por cambiar las normas en verano, siempre teniendo en cuenta que los niños deben entender que estas reglas son las de verano y que las otras volverán con el nuevo inicio del año escolar.

Muchos padres utilizan los deberes de verano como castigo cuando sus hijos han tenido algún problema durante el curso y no han podido aprobar todas las asignaturas. Les obligan a realizar maratones de deberes con horarios parecidos a los de la escuela y esto lleva a problemas en la convivencia, peleas y gritos.

¿Entonces qué hacemos, les dejamos que hagan lo que quieran durante el verano si no han trabajado lo suficiente durante el curso? No, no se trata de que los estudiantes que han tenido problemas no toquen ninguna materia para que puedan desconectar. Sino que se trata de observar primero qué ha ocurrido para que el niño o niña haya tenido problemas durante el curso y después organizar un horario/tareas para fortalecer aquellas áreas problemáticas.

Cómo y cuándo hacer los deberes en verano

El horario o listado de tareas dependerá de la edad del niño y no tiene por qué ser un horario dividido en horas, pueden ser ideas generales sobre qué hay que aprender o mejorar.

Por ejemplo, si el niño o la niña es de Secundaria podemos afianzar la parte de las redacciones, todo lo que tenga que ver con la escritura, ya que es la parte más importante en estos cursos. Si el niño/a es de Primaria hay que reforzar la lectura, y si va a comenzar el cole podemos ayudarle a aprender los conceptos básicos con juegos y un aprendizaje más motivador.

Es recomendable que aunque tengan que hacer ejercicios de libro y libreta, los niños de cualquier edad realicen actividades donde puedan aprender de manera más lúdica y amena. Por ejemplo si se ha suspendido historia se puede realizar una línea temporal con fotografías y breves explicaciones apoyándonos de vídeos, películas o documentales. Si por el contrario son las matemáticas la asignatura problemática podemos intentar utilizar materiales manipulativos para afianzar los principios básicos, ya sea con material creado por nosotros mismos o comprado directamente.

Es muy importante que los niños que se tengan que sentar para hacer alguna actividad más convencional lo hagan siempre en el mismo horario y siempre mejor por la mañana para que tengan el resto de día libre. Como hemos comentado al principio se debe entender que es verano y habrá algún día que podrá haber un compromiso o una salida programada con antelación y es ahí donde hay que aplicar la flexibilidad y llegar a acuerdos con los niños.

Mi hijo no ha suspendido nada. ¿Tiene que hacer deberes?

Esta pregunta es una de las que más se hacen los padres. La respuesta a la que muchos de ellos llegan es que no. Si el niño ha trabajado durante todo el curso, por qué vamos a ‘castigarle’ con más deberes durante el verano.

Si entendemos los deberes o actividades de verano como un castigo, casi todo el mundo llegará a la misma conclusión. Por lo tanto, el problema es cómo entendemos las actividades que podemos hacer en verano. Por supuesto que es necesario que los niños sigan ejercitando las habilidades y conceptos aprendidos durante el curso. Que hayan aprobado todas las asignaturas no quiere decir que no necesiten de este refuerzo. Es importante explicarles a los niños que no es un castigo, sino un extra de ayuda para comenzar el siguiente curso escolar con las pilas cargadas.

Actividades para reforzar los contenidos aprendidos

Tanto con los niños que han terminado el curso positivamente como con los que han tenido ciertas dificultades podemos realizar actividades al aire libre donde podamos poner en práctica los conocimientos aprendidos o en los que tenemos déficits. Podemos ir al zoo, a jugar a los bolos o incluso ir a la playa.

En todos estos sitios podemos intentar que lo que han aprendido los niños durante el curso le sean útiles, por ejemplo, sumando los puntos cuando juguemos a los bolos, que nos expliquen la metamorfosis de una mariposa que veamos en el zoo o el ciclo vital de los animales, realizar figuras geométricas en la arena del mar, etc. Lo importante es que no hace falta en muchos casos sentarse delante de un libro (que siempre es positivo) para aprender o reforzar contenido.

Los juegos de mesa son otros grandes aliados para las tardes de calor. Hoy en día existen juegos de todo tipo: misterio, rapidez visual, asociación de colores y formas, destreza oculo-motriz, cálculo, etc. Son juegos en los que los niños aprenden y utilizan conceptos y habilidades sin darse cuenta y pueden ser un gran apoyo para las familias para dinamizar el método de estudio.

Además de fomentar el tema escolar y cognitivo, todas las actividades propuestas afianzan las relaciones familiares, fortalecen vínculos afectivos y por supuesto generan recuerdos fantásticos y agradables que los niños siempre tendrán presentes en su vida. Y sino parad y pensad, ¿no recordáis esas tardes con primos, amigos, padres, etc., jugando al parchís o cualquier otro juego de mesa?

Juegos para el verano

Os dejo un listado de juegos que pueden ser interesantes para fomentar tanto los conocimientos adquiridos en el curso como las habilidades cognitivas que nos ayudan a rendir más:

– Para fomentar y reforzar el aprendizaje de las tablas de multiplicar: ‘Penkamino’.

– Pensamiento crítico, razonamiento deductivo, reflexividad, planificación, lógica: ‘¿Quién es quién?’, ‘Time’s Up Kids’, ‘Catán’, ‘Scattergories’, ajedrez.

– Atención y la discriminación visual, motricidad fina, lógica: ‘Robot face race’, ‘Pingüinos en el hielo’.

– Escritura, lectura, vocabulario, reconocimiento de palabras: ‘Bananagrams’.

– Habilidades motrices: ‘Jenga’.

– Cálculo y uso de dinero: ‘Monopoly’.

– Creatividad, colores, formas, los números, lectura, escritura: ‘Monster kit’, ‘Findings’.

– Historia de España: ‘Ciudades en juego’.

¡Espero que os haya ayudado en las pequeñas dudas que tengáis y que disfrutéis del verano con vuestros hijos!

Mónica Valverde Salgado

Psicóloga Sanitaria. Codirectora de Valpe Psicólogos

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