En la actualidad, los niños y niñas también experimentan niveles elevados de estrés debido a la escuela, actividades extraescolares y el uso de la tecnología. El mindfulness, o atención plena, es una herramienta efectiva para ayudarles a gestionar sus emociones, mejorar la concentración y fomentar la calma. A través de técnicas sencillas, los niños pueden aprender a relajarse y estar presentes en el momento. Desde La Diversiva os damos explicamos en que consiste y os damos algunos consejos:
¿Qué es el mindfulness?
El mindfulness es una práctica que consiste en prestar atención al presente de manera consciente, sin juzgar ni dejarse llevar por pensamientos del pasado o el futuro. En los pequeños, esta técnica puede ayudar a reducir la ansiedad, mejorar la regulación emocional y potenciar el bienestar general.
Beneficios del mindfulness en los niños
- Mejora la concentración y la memoria. Al enfocarse en el momento presente, los niños pueden desarrollar una mayor atención en sus estudios y actividades.
- Reduce el estrés y la ansiedad. La atención plena ayuda a calmar la mente y gestionar emociones difíciles.
- Favorece la regulación emocional. Aprender a reconocer y aceptar los sentimientos sin reacciones impulsivas fortalece la inteligencia emocional.
- Potencia la empatía y la paciencia. Practicar mindfulness permite que los niños se relacionen mejor con los demás y desarrollen una actitud más compasiva.
Técnicas sencillas
1. La respiración de la flor y la vela
Esta técnica enseña a los niños y niñas a concentrarse en su respiración. Pídeles que imaginen que sostienen una flor en una mano y una vela en la otra. Deben inhalar profundamente por la nariz como si olieran la flor y exhalar suavemente por la boca como si apagaran la vela. Así, deberán repetir este ejercicio varias veces para fomentar la calma.
2. El tarro de la calma
Es un recurso visual para ayudar a los peques a comprender sus emociones. Llena un frasco con agua, pegamento líquido y purpurina. Agítalo y observa cómo las partículas se mueven y luego se asientan. De esta forma, les podrás explicar que sus pensamientos pueden ser como la purpurina: al principio están agitados, pero con el tiempo se calman.
3. El escaneo corporal
Esta técnica es ideal para ayudar a los niños y niñas a relajarse y conectar con su cuerpo. Pídeles que se acuesten y cierren los ojos. Guíalos a prestar atención a cada parte de su cuerpo, desde la cabeza hasta los pies. Así, fomentarán la consciencia corporal y liberarán tensiones acumuladas.
4. El minuto de silencio
Este ejercicio ayuda a los pequeños a centrarse en el presente. Pídeles que permanezcan en silencio durante un minuto, escuchando los sonidos a su alrededor. Luego, coméntales qué han notado y cómo se han sentido. Gracias a este ejercicio fomentarán la atención plena y la observación consciente.
5. Caminar como un robot o un animal
Esta actividad combina mindfulness y movimiento. Pídeles que caminen de manera lenta y consciente, como si fueran un robot o un animal sigiloso. Esto les ayudará a ser más conscientes de sus movimientos y a estar presentes en el momento.
6. Pintar mandalas
Colorear mandalas es una actividad que promueve la concentración y la relajación. Los niños y niñas pueden elegir los colores que deseen y centrarse en el proceso sin distracciones. Ayuda a canalizar la energía y mejorar la paciencia.
7. La nube de los pensamientos
Esta técnica enseña a los peques a observar sus pensamientos sin quedarse atrapados en ellos. Pídeles que cierren los ojos e imaginen que sus pensamientos son nubes flotando en el cielo. Deben observarlas sin juzgar y dejarlas pasar, como si el viento las llevara. Este ejercicio es ideal para gestionar la preocupación y la ansiedad.
Consejos para introducir el mindfulness en la rutina diaria
- Crear un ambiente tranquilo – Establecer un lugar sin distracciones ayuda a que los niños se concentren mejor en la práctica.
- Practicar en momentos cortos – Empezar con sesiones de 2-5 minutos y aumentar gradualmente la duración según la edad del niño.
- Hacerlo divertido – Incorporar elementos lúdicos y cuentos puede facilitar la aceptación del mindfulness.
- Dar el ejemplo – Si los adultos practican mindfulness, los niños se sentirán más motivados a participar.
Con La Diversiva descubrirás multitud de consejos y planes para hacer con niños y niñas.