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“Llegué a pensar que simplemente era un niño malo”
Luis Rojas Marcos

Hace un par de meses estuve cambiando pareceres en Twitter. No me gusta entrar a todas, pero hay veces que cuando algo me llama la atención, o estoy muy en desacuerdo, meto baza. Acababa de terminarse un ciclo de conferencias sobre TDAH y había una chica que hacía un comentario; creo que era sobre lo que estaban haciendo los médicos a este respecto, ¡y claro!, le conté una de mis historias:
Tuve un curso al que les daba clase hará unos cinco años, un tercero, donde habían diagnosticados 22 alumnos de 25 con TDAH. La tutora y yo en una de nuestras charlas llegamos a la conclusión que era imposible que esto se diese, aunque sólo fuese por probabilidad matemática. Eran niños complicadillos, traviesos y donde costaba dar clase, pero no compartíamos dicho diagnóstico.
La verdad es que creo que, como en todo, a veces hay un uso y abuso; y es que es relativamente fácil caer en la confusión: hace unos años en cuanto se daban a la vez malos resultados académicos, falta de interés, desmotivación, escasa concentración… Parecía que lo padecían, pero no siempre es así.

Si os parece vamos a comenzar por definirlo: como sus siglas indican (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad), se trata de un trastorno que va muy relacionado con la atención y a veces se acompaña de hiperactividad. Suelen ser niños en el primer caso (atención) con dificultades para enterarse de todo lo que está sucediendo, tienen una atención muy reducida; en el segundo caso (hiperactividad), con conductas muy disruptivas, continuas llamadas de atención y que se involucran en muchos problemas. Para que entendáis bien cuáles son sus características podéis leer este artículo: Diferencias entre TDA y TDAH.
Es difícil dar clase con alumnos con esta problemática (impulsividad, hiperactividad y falta de atención) porque a nivel organizativo su falta de atención les lleva a tener dificultades para captar los mensajes (ya que en determinado momento desconectan y pierden instrucciones); como no son capaces de mantener su atención les desagrada realizar actividades que requieran cualquier esfuerzo, no prestan atención a los detalles, cometen errores por descuido, se distraen por estímulos externos a la tarea…
Respecto a los hiperactivos, por lo general no reprimen sus impulsos. Presentan a veces movimientos recurrentes, tipo mover los pies o las manos, mientras están sentados, o incluso balanceos. No son conscientes de su actividad y parece que sus energías duran más de lo normal.
En ambos casos se precisan normas claras, pero no siempre estamos preparados ni sabemos cómo hacerlo. Al respecto encontré este artículo de nuestro fiel Iribas (@jiribas) cuando era consejero de Educación, dando un guión y una serie de ayudas muy útiles.
¡ Ay, la Educación y las CCAA! Ojalá trabajáramos todos en un mismo sentido. Lo siento, ha sido “mi momento queja”.
TDAH: Igualdad de oportunidades
Como habréis visto, lo ideal es un diagnóstico temprano y a partir de aquí comenzar a favorecer determinados tipos de aprendizaje. Cuando nos encontramos con un niño con estas dificultades hay que tener muchísima coordinación con la familia para seguir unos mismos parámetros a la hora de fijar los objetivos y, por supuesto, dentro de clase; es decir, que todos los maestros que entramos en ese aula deberemos llevar a cabo el mismo plan de acción.
No sé ahora, pero hace un par de años cuando el tutor notaba ciertas dificultades se lo comentaba a los padres o al gabinete de orientación del colegio y a partir de aquí, lo derivaban a salud mental. Actualmente en mi centro estamos valorando diferentes casos y a los maestros sólo nos pasan un cuestionario. Conozco casos donde se ha abusado de la medicación y otros donde a las familias dicho tema les ha causado muchos problemas. También, como en todo, he de deciros que pese a las dificultades que nosotros nos encontramos, es muy complicado el “día a día” dentro de esas casas.
A este respecto me llamó mucho la atención estas cartas que escribieron estas mamás. ¡Qué fácil es a veces juzgar determinados planteamientos, cuando no nos ponemos en la piel del otro!
No aguanto a mi hijo
Y no os quiero decir si además hay problemas entre los padres, desestructuración familiar y otras cosas añadidas… Aquí podéis dar rienda a vuestra imaginación.
Está claro que hay dos factores que predominan en ambos casos: una falta de atención y la hiperactividad. A nivel educativo ya hemos visto diferentes caminos para incidir, pero hay otras posibilidades: fijaos lo que el Hospital Puerta de Hierro está realizando junto con Smartick (@SmartickMethod): Jaque mate online al TDAH.
Otra opción es ejercicio físico: uno de los profesores de mi centro le indicó a una madre que llevara a su hijo a realizar atletismo. ¡Alucinó! Le dijo a su maestro que desconocía que su hijo corriese tan rápido.
Es fundamental para ellos. A la vez que dirigen hacia un fin concreto su hiperactividad, pueden mejorar su atención y aceptar determinados patrones de comportamiento. Recuerdo que sobre esto le leí un artículo a Verdasco, el tenista, hace un par de años, donde sus padres canalizaron su hiperactividad a través de este deporte; la verdad es que nos asombraríamos de todos los personajes famosos que han admitido dicho trastorno y cómo han ido evolucionando. Igual sería para todos una ventana de aire fresco: ¡seguro que conoceréis a más de uno!
40 famosos de la actualidad que reconocen tener TDAH
Es curioso cómo le dieron la vuelta a “su problemática” y han desarrollado su actividad, convirtiendo su problema en su “leitmotif”.
¿Qué podemos hacer para visualizar a estos niños e intentar mejorar? Es necesario hacerlos visibles en la sociedad, diagnóstico, plan familiar y escolar, y en caso necesario tratamiento médico. ¡Atención a esto! El niño debe ser consciente de su problemática y colaborar con él. No los engañemos, hablémosles en su lenguaje, pero compartamos con él lo que les sucede. Posiblemente consigamos mejores resultados.
El doctor Rojas Marcos habla en una serie de vídeos de su experiencia y los resultados (de esta serie he encontrado cinco en canal TDAHtube, de la fundación CADAH, además de pequeños vídeos muy cortitos relacionados con otros aspectos). Me han encantado. Si podéis verlos, os gustarán las reflexiones porque son muy interesantes. Están contadas de forma muy amena y en primera persona.

Hoy no sabía qué receta poner y al final me decidí por ésta: no tiene razón alguna, sólo que en una de las últimas actuaciones de mi colegio se la llevé a mis actores y uno de los niños que tiene TDAH me dijo que le había encantado. Así que ahí va:
Muffins de Nutella

Ingredientes:
-100 ml de aceite (mezclé de oliva y de girasol a partes iguales).
– 2 huevos.
– 150 de azúcar.
– 150 g de Nutella.
– 275 g de harina de repostería.
– una cucharadita de levadura en polvo y un papelillo de gaseosa (vienen dobles, blanco y morado y se le echan).
– 180 de leche, mejor entera.
– un puñado generoso de gotas de chocolate negro, más de 100 g.
– vainilla y canela.
Elaboración:

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Muffins de Nutella

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Precalentáis el horno a 180 grados. En un recipiente tamizamos la harina con la levadura y la gaseosa. Mezclamos bien.
En otro recipiente batimos el aceite con la crema de avellanas y el azúcar. Una vez que esté bien mezclado, le añadimos la leche, la vainilla y la canela. A continuación iremos añadiendo los huevos y continuamos moviendo con las varillas. Por último, echamos la mezcla de harina y se añaden las gotas de chocolate.
Una vez comprobada que la masa está sin grumos, la repartiremos en las cápsulas y las introduciremos en el horno entre quince y veinte minutos.
Una vez frías y dependiendo de lo golosos que seáis, podéis decorarlas con nutella. ¡Y ya sólo tenéis que disfrutarlas! Espero que os gusten.

La película de esta semana va sobre un adolescente que, tras una situación familiar complicada, le diagnostican TDAH. Su vida cambia y se transforma. Desde la perspectiva de esta película podéis ver y entender un poco más a las familias. Me conmovió lo que una enfermera contó en su blog: Mummy, una película sobre mucho más que TDAH.
Este tipo de alumnado a veces nos supera porque no conseguimos resultados inmediatos y porque su impulsividad les lleva a meterse en muchas complicaciones: con hiperactividad son niños complicados y no siempre bien comprendidos por sus compañeros. Entre el profesorado suelen ser molestos porque necesitan actividad y no permiten la marcha normal de la clase. Como he dicho, creo que el plan de acción debe ser conjunto, como casi siempre, y apoyarnos todos. Es fundamental que el niño sepa cuál es su situación y qué puede hacer para mejorarla. Por nuestra parte, la paciencia y la colaboración serán su aporte continuo.
Que os vaya bonito y a ellos, más.
Maribel B.
@_MaribelBP

Descubre otros artículos de colaboración en la sección de Maribel B. en La Diversiva

Descubre otros consejos y artículos interesantes sobre la formación de nuestros peques en el blog de Educación de La Diversiva.

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