All

Seleccionar página

No soy un siete

  Esta actividad ya ha finalizado

No soy un siete
Viñeta de Miguel Ángel Santos Guerra

Pincha para ampliar

(Ilustración de Miguel Ángel Santos Guerra) Visto en @tiching
Esta semana estaba hablando con una de mis compañeras favoritas: mi amiga Carmela, una gran profesional. Cada día aprendo de ella por su forma de dar las clases, por sus locuciones, por su saber… ¡Y mira que compartimos poco tiempo! Es curioso, pero los maestros dedicamos muy poco tiempo a hablar entre nosotros sobre nuestras prácticas docentes; por miedo, por vergüenza, por desconocimiento… Si algo me sale mal en la clase y quiero averiguar el porqué lo achaco a la práctica, al día, al grupo, pero no siempre visualizo dónde está el error.
A lo que iba… Entré en su tutoría para preguntarle una duda que tenía y de pronto un niño da un puñetazo en la mesa y comienza a bufar. Ella, muy pausada, me dice “¿Lo ves? Así no se puede dar clase. Este niño tiene que darse cuenta que no puede enfadarse por todo y menos, expresarlo de esa manera; sus padres tendrían que verlo en acción durante una jornada escolar”. A lo que le contesté: “Pongamos una cámara que nos grabe y observemos cuáles son las reacciones. Si viene su madre podemos enseñársela”.
Más de una cara hubiera merecido en ese momento ser retratada, porque había cada una…
¿Esto puede hacerse?: supongo que habría que informar debidamente a las familias y solicitar el permiso que ya tenemos para la utilización de imágenes; el tema es ¿con qué objetivos podíamos hacerlo? Se me ocurren unos cuantos:
– En primer lugar, para que los padres conociesen la dificultad de una clase de 25 alumnos cada uno con sus problemáticas individuales, sus sueños, sus dolores de barriga por no desayunar cada mañana, sus lapsus de memoria ante los ejercicios, las relaciones con los demás y con el maestro o la maestra. Esto que os puede parecer una tontería no lo es tanto: recuerdo que hará unos diez años, una maestra harta de un comportamiento lamentable de uno de sus alumnos invitó a su madre a que desde el fondo del aula presenciase durante varios días la clase. Fue una de las experiencias más impresionantes que he visto. La primera sesión fue maravillosa (de hecho, a sus compañeras nos surgió la duda), en la segunda, comenzó a coger confianza y en la tercera, la lió como todos los días. Recuerdo que su madre no sabía si participar o esperar a ver lo que la maestra decía, y eso que habían acordado previamente que ella sólo observaría. Tras cuatro días de observación decidió tomar cartas en el asunto e incidir de forma conjunta con la tutora para intentar trazar unas líneas educativas básicas dentro y fuera del aula.
– En segundo lugar, se lo pondría a los alumnos. Estoy segura que más de uno se sorprendería al verse. Ya que ante los conflictos niegan siempre todo:”yo no he dicho eso”, “yo no he hecho eso”… Y es muy curioso porque la mayor parte de las veces estás a menos de dos metros suya y lo has visto todo con total nitidez.
– Y en tercer lugar, creo que sería fundamental para los maestros: aprenderíamos y corregiríamos nuestra metodología, nuestras intervenciones, nuestras formas de estar en clase. Además si esto lo vieran otros compañeros podrían ayudarnos a mejorar nuestras sesiones.
Después nos quejamos de las diferencias entre unos sistemas educativos y otros, pero mirad qué sucede en Estados Unidos, donde están intentando mejorar la labor docente y cómo lo van a realizar:

Si os dais cuenta, en todos los casos nos servirían las grabaciones, a modo de evaluación: ese término al que todos los que formamos la Comunidad Educativa le tenemos tanto miedo: los niños y los padres por los resultados y nosotros porque nos dicen cómo somos. Tenemos un sinfín de tipos de evaluaciones: inicial, formativa, sumativa, autoevaluaciones, coevaluación… Pero ¿son en realidad productivas? ¿para qué las utilizamos? Nos sirven para valorar, diagnosticar, calificar, conocer, en muchos casos verificar… nos aportan muchos datos, pero no creo que siempre los usemos bien ni que nuestro alumnado lo comprenda. Para ellos son un simple veredicto que les dice si están aprobados o suspensos y, a veces, para los padres, también.
Mirad, desde hace unos cuantos años, la evaluación en los centros ha cobrado una especial importancia: comenzamos con la evaluación inicial o de diagnóstico que realizamos en todas las asignaturas y que nos dice en qué momento se encuentran. Es muy importante porque sobre ella construimos lo que va a ser nuestra planificación; por ejemplo, cuando este curso la realicé en primero me di cuenta que los alumnos apenas habían trabajado psicomotricidad y presentaban muchas dificultades de movimientos básicos; así que tuve que modificar mi planteamiento inicial sobre este aspecto.
A lo largo del curso vamos evaluando, valorando la aptitud, cada ejercicio, cada trabajo, los comportamientos, la participación, el esfuerzo, el interés… Y de ellos vamos tomando nota, al final de cada tema y por ende de cada trimestre, calificamos. Las notas son conocidas por las familias, pero no siempre bien valoradas, ya que no hay comentarios anexos que especifiquen o que expliquen la marcha. Muchas veces “un cuatro” supone un castigo y, a lo mejor, hay que premiarlo porque no consigue dar más de sí. Respecto a esto creo que falta comunicación: hace unos cuantos años las notas se entregaban en mano de los padres y se comentaban; pero ahora, por prisas, por falta de tiempo o, incluso, por comodidad (es horario laboral y no siempre pueden asistir), no se llega a hablar. Siempre digo que “vamos juntos en el mismo barco”, pero no hay mucha asistencia de los padres por las tutorías. Y que conste que lo entiendo: hay padres muy cansados de malas noticias, otros que niegan lo evidente, algunos que pasan del tema y, al final, terminan yendo los que no necesitan apenas hablar. Hay un fallo de conexión y creo que todos tenemos un poco de culpa, si no, ¿no os parece significativo que en la etapa de Infantil las familias acudan masivamente al colegio para cualquier actividad y en Primaria, no?
Hacer un par de días se hablaba mucho sobre los rankings de evaluación de los centros. Os dejo esta interesante entrevista que le realizan a Marta Pascual, experta en análisis de sistemas educativos.
Interesante, muy interesante.
La receta de esta semana: es un bizcocho, tipo magdalena gigante, de colorines: la idea es la de sorprender; para ello vamos a usar colorante alimenticio. Podéis encontrarlo en grandes superficies.

Publicidad

Kiabi
 

Receta de bizcocho de colorines

Pincha para ampliar

Una vez realizada la masa, echaréis una base sobre el molde, previamente untado de aceite o margarina. A continuación repartiréis la masa restante en cinco recipientes: cuatro más pequeños y uno un poco más grande, que es el que reservaremos. A cada uno de los cuarto recipientes vamos a echarle un poquito de colorante; en mi caso escogí rosa, verde, amarillo y azul. Lo movéis cada uno con su cuchara hasta que el color quede homogéneo.
Sobre la base que hemos puesto, iremos echando cada uno de nuestros colores. Una vez adicionados, echaremos el resto de masa que habíamos separado, cubriendo los colores. Encima haremos unos caminitos de azúcar y en mi caso le eché

Receta de bizcocho de colorines

Pincha para ampliar

unas pepitas de chocolate.
Al horno a 175 grados, previamente precalentado a mayor temperatura. Tardará alrededor de los veinticinco minutos, pero para confirmarlo, pinchadlo y ved que la aguja sale totalmente limpia.
¡Ya está! Ahora sólo os queda ver las caras de los comensales cuando vean vuestros trozos de bizcocho. Os aseguro que la evaluación será muy favorable.

Receta de bizcocho de colorines

Pincha para ampliar

Las valoraciones son importantes, nos indican en qué momento del proceso nos encontramos y cómo podemos mejorar: nos enseñan cosas de nosotros mismos, aspectos positivos y negativos, que podemos modificar. Nuestra visión sobre la evaluación tiene que cambiar. Y si tenéis duda sobre los resultados sólo tenemos que hablarlos y preguntarlos, seguro que hay una buena razón para ello. Además todos en este proceso somos evaluables de una o de otra forma. Al final somos algo más que una nota, ¿o no?

Buena semana a todos y que os vaya bonito.
Maribel B.
@_MaribelBP

Descubre otros artículos de colaboración en la sección de Maribel B. en La Diversiva

Descubre otros consejos y artículos interesantes sobre la formación de nuestros peques en el blog de Educación de La Diversiva.

Suscribete a nuestro newsletter

CATEGORÍAS

Blogs | Colaboradores | Educación

ETIQUETAS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

All