Hay que quitarse ya el estigma de los peques y los viajes. Hay muchísimas ciudades a las que se puede viajar con niños con la certeza de que todos (grandes y pequeños) lo pasarán en grande. A continuación te descubrimos el top 7 de ciudades para viajar con peques por Europa.

Berlín

Berlín tiene un encanto para niños que es único en el mundo, el mayor acuario cilíndrico construido de todo el planeta, AquaDom Sea Life.

Pero como esto solo ocupará buena parte de una jornada, necesitarás otros incentivos. Puedes acudir a Legoland Discovery Center o, si quieres seguir con la temática de animales, ir al zoo de Berlín, que es de los más grandes de todo el país y que, nuevamente, ostenta un récord mundial, el de albergar el mayor número de especies animales en cautividad.

Múnich

Ya que te mueves hasta Alemania seguramente querrás acercarte a alguna otra ciudad, Múnich es la indicada.

Ésta es famosa por contar en sus espacios públicos con eventos al aire libre todo el año, muchísimos de ellos para niños, por supuesto. Encontrarás también un espectacular jardín urbano llamado Jardín Inglés, con vistas áreas para correr, descansar, comer, etc. Un atractivo que aprueba con sobresaliente siempre es el Deutsches Museum, un espacio interactivo donde saciar la curiosidad.

Y en Navidad es una de las ciudades más destacadas de Europa por sus mercados y por poder patinar en las pistas de hielo que se instalan.

Londres

Además de enormes zonas verdes como son Hyde Park, Kensington Gardens o Saint James Park, si buscas algo menos concurrido, una noria gigante con vistas de infarto y una colección de joyas reales en la White Tower, Londres cuenta con un atractivo muy especial para los niños, pero también para adultos.

Existen además muchos lugares emblemáticos de Harry Potter en Londres, pues muchísimas escenas de las películas se rodaron en esta ciudad y se pueden distinguir edificios, plazas y puentes entre otros. Además, aquí se encuentran también los estudios de la saga de Warner Bros.

Viena

El zoo de Viena tiene ya un cuarto de milenio. Aunque en su origen el espacio tenía otro fin, éste es destacadísimo en el país (como muchos de los zoos que se encuentran en cualquier capital). Del zoológico de Viena destaca su ubicación en los jardines de Schönbrunn, un espacio verde de gran elegancia que debes recorrer en profundidad para cautivarte.

También bastante antiguo (pero no por ello poco seguro) es el parque de atracciones Prater, muy recomendado para grandes y pequeños. Tiene una destacable noria de 65 metros que ofrece unas estupendas vistas.

Milán

Milán es genial si tienes hijos que se llevan bien con los museos. En la ciudad encuentras un Planetario Cívico que es el mayor del país; el Acquario Civico di Milano, que tiene ya más de 100 años, y el Museo de Historia Natural, que guarda una importante colección de animales de la Prehistoria. Sin duda, un lugar para no olvidar.

Bruselas

En Navidad, la zona turística de la ciudad se ve aún más bella gracias a que se coloca aquí un espectacular y muy completo mercadillo navideño. En él encuentras lo típico que se ve en cualquiera de ellos pero también cosas exclusivas como los dulces belgas, por ejemplo. Se montan espectáculos de iluminación muy chulos sobre edificios representativos e incluso se lleva un tiovivo del terror.

Pero como puedes que no vayas a escoger estas fechas tan frías, Bruselas tiene otros encantos para ti. A las afueras se encuentra el Atomium, una representación de un cristal de hierro ampliado x165 mil millones de veces y que puedes visitar por dentro hasta llegar a la cumbre, a 18 metros sobre el suelo. Pero al lado está lo mejor para los peques, Mini Europa, un espacio donde, por contra, se representan 80 ciudades europeas en miniatura pudiendo andar entre un total de 350 maquetas.

Y aunque hay museos interesantísimos, por ejemplo, el Museo de las Fuerzas Armadas y la Historia Militar, los mayores siempre podréis quitaros las ganas acudiendo al Museo del Cómic, mucho más curioso y seguro para los peques. Aunque hemos de decir que en el de armas hay tanques e incluso aviones, que seguro que les pueden sorprender (pero el grueso del museo se les puede hacer pesado si no son muy mayores).

Copenhague

En Copenhague hay varios recursos pensados expresamente para niños pero en los que, siendo sinceros, los adultos tampoco se lo van a pasar mal. Además, es un destino genial para amantes del frío. Y si buscas hacer un viajecito largo y conocer una cultura parecida pero diferente, es ideal.

Aquí se encuentra el famoso parque de Legoland (que nos hará retrotraernos a nuestros años mozos), el original, los espectaculares parques Tivoli o uno de los acuarios más destacados del mundo, Blue Planet, que abrió sus puertas en 2013 y que es famoso por sus enormes tiburones (aunque, por supuesto, hay muchísimas más especies de animales marinos).

Ante todo piensa en cargarte de paciencia a la hora de viajar con niños, sobre todo si lo haces con bebés, estos son algunos consejos que pueden servirte por si lo necesitas y pásalo genial con ellos porque será una experiencia única en vuestras vidas. Muy importante es también que planifiques todo lo que necesitas meter en la maleta haciendo una lista previa para que no se te olvide nada. Y también, cómo no, elegir cuál es la más idónea por tamaño y características según el tipo de viaje que hagas. Nosotros por las maletas rosas tenemos una especial debilidad.

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